Los Ángeles y arcángeles:
La creencia en los Ángeles es una muestra de identidad generalmente de las religiones reveladas y de todas las de base semítica; ya sumerios, babilonios y más tarde los persas, tienden a representar figuras humanas aladas como mensajeros de los dioses.
Son principalmente seres espirituales y en ocasiones corpóreos, creados por Dios, inmortales, inteligentes y dotados de voluntad, que cumplen las órdenes de Dios. Su misión es amar, servir, cuidar y ayudar a los hombres, y eventualmente son parte de los ejércitos de Él.
Los ángeles están divididos jerárquicamente en tres coros: y dentro de cada coro hay tres órdenes.
En el primer coro estarían los serafines, querubines y tronos; en el segundo, dominaciones, virtudes y potestades, y en el tercero, principados, arcángeles y ángeles.
Los arcángeles son las criaturas celestiales que más interaccionan con los seres humanos y son jerárquicamente superiores a los ángeles. Son éstos dos los que se manifiestan a los seres humanos. Hay siete arcángeles:
Arcángel San Miguel:
Es el Capitán de los ejércitos de Dios, dirige a los ángeles en la batalla para restablecer la paz y eliminar la maldad en la tierra.
Está asociado al rayo azul. Representa la fe, el poder, el equilibrio y la fuerza.
Los que invocan al arcángel San Miguel lo hacen en momentos de decisiones importantes, buscando protección ante cualquier situación y/o buscando fortaleza o valor.
Se le representa generalmente mediante el uso de piedras azules, tales como la aventurina azul, la sodalita, el lapislázuli o la labradorita con destellos azules.
Arcángel San Gabriel:
Es el mensajero de Dios, manda a los ángeles mensajeros y guía a la humanidad por el buen camino. San Gabriel es portador de buenas noticias y de revelaciones a los hombres
Se le asocia al rayo blanco. Representa así mismo, la pureza, la verdad, la clarividencia y la misericordia.
Los que le invocan, lo suelen hacer en momentos de tristeza, depresión o en crisis de fe. Es protector de las embarazadas, y se le suele representar con piedras y minerales blancos, tales como el cuarzo blanco, la piedra luna, con cristal de roca -por sus propiedades purificadoras- o con cuarzo ahumado. El cristal de roca es especialmente utilizado porque es un amplificador y canaliza las energías sutiles
Arcángel San Rafael:
Es el médico de los Ángeles de Dios. Dirige a los ángeles que se encargan de la sanación, tanto física como espiritual. Se le representa habitualmente en hospitales, siendo protectores de médicos y/o sanadores. Es también protector de viajeros y penitentes.
Está asociado al rayo verde, representando la sanación, paciencia y resignación.
Los que lo invocan suelen buscar protección contra las dolencias tanto físicas como espirituales. Tiene el poder de elevar la verdad y por tanto disipar la sospecha sobre la mentira. Se le representa mediante el uso de piedras y minerales verdes, tales como la aventurina y el cuarzo verdes, o la labradorita con destellos verdes
Arcángel Uriel:
Dirige a los ángeles que proveen paz y prosperidad. Cuida de nuestras necesidades materiales e inmediatas, pero también nos inspira en la generosidad y el arrepentimiento. Es nombrado a veces como serafín, lo que lo convertiría en uno de los más poderosos entre los arcángeles.
Se le asocia con el rayo dorado rubí. Son algunas de sus virtudes la armonía, la paz y tiene connotaciones cercanas a la provisión material. Canaliza las energías que rigen la abundancia y provee gracias a este respecto. Protege de la miseria y alivia a los fatigados.
Los que lo invocan acuden a el para lograr soluciones a problemas momentáneos y abrir nuevos horizontes y soluciones. También ayuda a recuperar el aplomo para sobrellevar un momento difícil.
Se le representa con minerales de color fuego, tales como el ágata de fuego, la aventurina naranja, así como piedras semipreciosas rojas, tales como el rubí, el granate o el jaspe rojo.
Arcángel Remiel (aparece también como Shamuel o Chamuel):
Manda a los ángeles que promueven el amor divino, tanto en el plano espiritual como en el terrenal, y la misericordia de Dios. También canaliza la tolerancia y la dulzura.
Aparece en el libro de Henoc y es uno de los vigilantes caídos, es decir uno de los primeros ángeles del Señor.
Se le asocia al rayo rosa, estando representado por las piedras rosas, tales como el cuarzo de este mismo color o la turmalina rosa.
Los que lo invocan buscan prevenir la soledad, la envidia o los rencores. También intentan atraer el amor, la riqueza y cualquier tipo de bienes materiales.
Arcángel Sariel (también Jophiel):
Tiene a cargo a los ángeles que iluminan y transmiten la sabiduría divina a los hombres. Está asociado a la sabiduría, inspiración, iluminación, claridad mental y conocimiento. Representa también a la luz.
Los que lo invocan lo hacen en momentos en los que se tienen dudas, o para buscar la atención de quienes no los escuchan. Es invocado también en momentos en los que se necesita que la verdad salga la luz en algún asunto.
Es representado mediante piedras amarillas, tales como el cuarzo dorado o el ojo de tigre.
Arcángel Zadkiel (También Raguel)
Dirige a los ángeles que se encargan de la compasión y de la misericordia. Representa a la transmutación y a la espiritualidad. Tiene el don de transmutar lo negativo a positivo. Promueve además nuestra capacidad para el perdón. Es el arcángel destinado a tocar la trompeta que abre el abismo y por tanto representa también la liberación.
Los que lo invocan lo hacen cuando buscan un cambio en si mismos, liberar alguna adicción o cualquier estigma negativo. También es invocado para acelerar nuestra evolución espiritual, evitando de esta manera el pesimismo, derrotismo, impotencia y desesperanza.
Se le representa mediante minerales de color violeta, tales como la amatista o la fluorita púrpura.
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