Los minerales y rocas que pueden ser teñidos son aquellos que presentan porosidad en su estructura. Generalmente el proceso de coloración constituye en la sumersión del mineral en una solución donde se encuentra el colorante que a su vez penetra en los poros del mineral y se depositas en estas micro cavidades.
Este proceso y las sustancias utilizadas no alteran la estructura cristalina del mineral, que sigue siendo la misma tanto físicamente como energéticamente. Lo que hacen es un rellenado del "espacio vacio" de la estructura cristalina sin interferir en ella.
Hoy en día se habla mucho en la importancia energética de los colores de los minerales pero hay que saber que la vibración energética del color del mineral no es la única vibración que cuenta, si fuera así el cuarzo transparente no tendría ninguna importancia, pero sabemos que justamente el cuarzo transparente es el más importante de los cuarzo cuando tratamos a nivel engetíco. Eso se debe a su estructura cristalina perfecta y no a su coloración, ya que carece de la segunda.
Está claro que el color de un mineral aporta muchas propiedades al mismo. Son las llamadas propiedades cromoterápicas, pero no debemos caer en el simplismo de juzgar un mineral apenas por su color.
Debemos llevar en cuenta que los efectos cromoterápicos son obtenidos a partir de cualquier material que presente la coloración deseada y que en cromoterapia se puede utilizar plásticos coloridos, papel celofanes, vidrios, la pintura de paredes, incluso se suele indicar el color de la ropa que la persona a ser tratada debe llevar. Es obvio que ningún de esos materiales poseen un "color natural", pero aun así cumplen perfectamente con su propósito.
Siendo así podemos sacar la conclusión de que aún que el color que presenta una piedra no sea natural este color es válido para procesos cromoterápicos.
La idea de que un mineral pierde sus propiedades terapéutica por ser teñido es errónea.
Podemos decir aun más, el proceso de teñido no solo conserva sus propiedades pero también añade propiedades energéticas a la piedra, creando una combinación vibratoria entre la estructura cristalina y el color añadido que muchas veces no podríamos encontrar en la naturaleza.